miércoles, 21 de junio de 2023

Favoritos para comprar plantas

Desde que estoy metida en este “mundo verde”, he podido aprender dónde adquirir a mis niñas con más confianza.  

Claro que no todo depende de dónde compras, también de las habilidades que vas adquiriendo con el tiempo, de las condiciones de tu casa, del sustrato en el que esté la planta… Son muchos factores.

Punto flores


Mi primer contacto con tienda física fue la floristería de mi barrio (Punto flores). Una tienda donde puedes encontrar un buen surtido de plantas y ramos realmente preciosos. Aquí empecé mi romance con las orquídeas Phalaenopsis (benditas orquídeas). Sonia, la dueña y mi cómplice, ha sido testigo que mis peleas con ellas, de la cantidad de veces que me las cargaba y volvía a por más. Fue pura cabezonería hasta que me hice con ellas más o menos. 

Además de orquideas, me he surtido allí de mis plantas de cabecera como son: cactus de navidad, violetas africanas, geranios, …y últimamente kalanchoes. En fin, que es uno de mis refugios y mi favorita del barrio.

Grow a leaf

Pero mientras avanzaba, descubrí a Alam  tropical, Begonias y más, y .Flora del trópico. Las tres con tienda web y fantásticos productos. Pero quizá mi favorita es  Alam tropical por una sencilla razón: el gran apoyo a nivel comunicación que siento cuando compro una planta. Además mis amados pothos son suyos y están genial. Es de esos lugares donde sientes que puedes contar si tienes dudas. Tambien se puede recoger el pedido físicamente en Madrid.

El tema de la comunicación es la base para elegir a los próximos favoritos: Grow a Leaf y La habitación jungla. 

Grow a leaf es una tienda online (se puede recoger físicamente si vives en Badajoz) donde he encontrado maravillas (syngonios, Thai más pequeñas, raphidofora…)y con una dueña que es amor. He podido preguntar cualquier duda, elegir las plantas que compraba y recibirlas en un plazo y estado inmejorable. Para mi es una maravilla y rezo por que siga mucho tiempo.

La habitación jungla

La habitación jungla 
es un oasis de plantas en el centro de Madrid. Su dueño es muy atento y siempre echa una mano y aconseja (además de poder encargarle tus antojos). Las plantas son increíbles y se nota que son su pasión. Las veces que he ido (menos de lo que me gustaría) he tenido que mirar de reojo porque es una tentación constante. Además, imparte cursos prácticos a los que seguro asistiré más adelante. Y no puedo olvidar esa dulzura de perro que hace la visita más encantadora aún.

No quería cerrar sin nombrar Pipi flower, tienda de Barcelona.  Si bien he tenido algún problema con plantas a las que ahora estoy intentando recuperar, he de decir que la comunicación ha sido fantástica y he recibido consejos valiosos por parte de su dueña.

Así que estos son mis 4 sitios favoritos, esos a losque acudir cuando quiero algo que valga realmente la pena.

Vender plantas, seres vivos al fin y al cabo, es algo más que despachar un producto y creo que estos lugares tienen ese plus.

Me quedan muchos por conocer, como Senda animal que me parece realmente interesante, pero hay tiempo.

Otro día hablaré de mis decepciones. Hoy es tiempo de disfrutar de lo bueno.

sábado, 18 de marzo de 2023

Y de pronto...un coleo

No puedo decir que mi vida haya estado alejada de las plantas, pero tampoco estuvieron siempre presentes.

Los veranos de mi infancia transcurrieron en la Sierra de Guadarrama, en una casa alquilada con un jardín donde había de todo un poco (fresas, higueras, parras, galanes de noche, hierba buena...). Mi abuela tenía la famosa “mano verde” y en casa hubo plantas mientras ella estuvo presente. Pero en esos años, a mi me preocupaba más la bicicleta, mis amigos y los animales. 


Lo cierto es, que tras aquella etapa, lo que quedó en mí (además de unos recuerdos felices) fue una ganas enormes de tener algún día un gato, pero de plantas nada de nada. Con el tiempo adopté  a mi primer compañero felino, pero no fue hasta que mi hermana se hizo con el esqueje del que, más tarde sería conocido como el “coleo mutante”, que está fiesta verde no dio comienzo.

Lo más gracioso es que los coleos, tras una pequeña luna de miel, han resultado ser para mí, unas plantas...digamos que no muy amigables. No le pillo el tranquillo y siempre se me desfallecen de más, sacándome un pelín de quicio.  

Ese coleo y el hecho de que abrieran una floristería al lado del portal de mi casa, fue el inicio. Al coleo le siguieron los geranios, las petunias, una cinta que me duró un telediario (otra planta que no se me da) crasas, alguna aromática... Y orquídeas, las maravillosas orquídeas. No se cuantas se me murieron hasta que me hice con ellas más o menos, pero para mi ha sido un enamoramiento absoluto.

Al tener gata, al comienzo iba con mucho cuidado. Bruja (mi preciosa niña) era ya mayor y Frida cuando llegó era un cachorro lleno de energía que, aunque buena, no sabías por donde podría salir.  Pero claro, una mira y remira (fotos, libros, lee artículos), descubre plantas nuevas, alucina con las posibilidades, con la variedad y la maravilla de las diferentes especies. Así que no queda más remedio de organizar todo un poquito para intentar que fauna y flora convivan en paz y armonía. Y ha resultado que, salvo algún pequeño incidente con las flores de las violetas africanas, fauna adora a flora de un modo tranquilo y eso hace todo más fácil.


Las plantas me relajan, dan más vida a una casa y junto con los maullidos y la vitalidad de Frida, hacen que todo se sienta más “hogar”. De ambas se aprende paciencia, resistencia, adaptación, belleza...tantas cosas. 

Y todos esto a raíz de un coleo.

viernes, 14 de enero de 2022

Lecturas 2021. Maneras de leer


Últimamente me he dado cuenta de que mi manera de acercarme a los libros ha cambiado bastante. No solo es un tema de tiempo, también están las rutinas, la accesibilidad, el dinero (siempre presente/ausente en tantos temas)... Muchas cosas.

2021 ha sido un año leído en distintos formatos. Se ha consolidado el audiolibro, algo ya para mi imprescindible sea en la plataforma que sea (siempre se podrá contar con ebiblio), el digital ha servido de apoyo a la que ha sido mi gran proveedora, la biblioteca de mi barrio. Hace años que no me acercaba tanto a estos lugares , pero últimamente es una gozada.

Antes soñaba con tener una biblioteca en casa llena de libros para releer. Hoy me he dado cuenta de que no lo necesito. Me he vuelto más selectiva con lo que quiero tener en casa y la lectura ha cambiado un poco con ello. Picoteo más, me veo más libre para variar y arriesgar. 

Del año que ha terminado recuerdo con especial cariño, por considerarlo un reto, la lectura  de La Regenta, que realicé  mezclando formato digital audiolibro, lo que me ayudó a llevar a buen puerto el propósito. 

Del mismo modo, recuerdo  con ese mismo cariño,  libros como El lector, Cranford, Los recuerdos del porvenir, Nuestra parte de noche, Los fuegos de otoño, El baile de las locas, El regreso del soldado, Mendel el de los libros... Autores como Amelie Nothomb, Irene Nemirovsky, Diana Gabaldon o María Dueñas.

De las nombradas recomiendo especialmente los audiolibros de Nuestra parte de noche y de La Regenta (este de audible por Aitana Sánchez  Gijón). Otro que no aparece aquí y que merece mucho la pena escucharse es El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes. 

Miro los libros leídos y escuchados y siento que el año ha sido bueno. No se trata de números, de cantidad, incluso va más allá de valoraciones. Creo que es un tema de disfrute, de sentir que la lectura aporta y que los libros me dan ahora mucho más que antes.

Solo espero que este año sea igual o mejor. Por ahora el proyecto de leer a Almudena Grandes este año está siendo muy gratificante y se que merecerá la pena.

 

lunes, 13 de diciembre de 2021

Nuevas etapas, ánimos tranquilos


Dicen, que volver a aquello que pensaste que dejabas atrás nunca es fácil, pero en este caso no se si es cierto.
Cuando publiqué la ultima entrada en mi anterior blog hace como tres años ya, tenía claro que esto se acababa para siempre por muchas razones. Algunas hoy en día siguen presentes,  pero otras ahora son solo ruido que ha ido perdiendo importancia poco a poco. Todo son etapas, supongo y el tiempo hace su trabajo.

Siendo sincera, bastantes veces me ha dado pena no tener un lugar donde hablar de lo que leía, de comentar más ampliamente series u otros temas. Claro que tengo la cuenta de Instagram para hacerlo, pero no es lo mismo. No puedo hacer comentarios, ni poner citas largas, ni tampoco se me puede ir la cabeza demasiado como a veces me ocurría cuando hacía mis reseñas.  Y oye, lo echaba de menos. Además, alguna que otra persona me daba de vez en cuando la lata para volver a decir cositas por aquí.

Se que empezar un blog distinto no es buena idea, que lo acertado habría sido continuar con el anterior. Pero ya no lo sentía del mismo modo y a veces es necesario empezar de nuevo, aunque solo te sigan cuatro gatos.  Quizá esos cuatro gatos se apiñen juntitos, se den calorcito y formen una familia bien avenida, quien sabe.

Ahora se abre otra etapa, una mas tranquila, a otro ritmo. Las exigencias de una nueva rutina y circunstancias vitales, quizá harán que las lecturas sean menos y la capacidad de hacer entradas se resienta, pero no quiero dejar algo que de un modo u otro me ha reportado cierta alegría.

Quien quiera quedarse por aquí será bienvenido, se agradecerán los cometarios amenos y aportaciones de lecturas que contribuyan al agobio de pendientes (ya se sabe que sarna con gusto...).   Intentaré que este rincón sea interesante o que al menos, sea honesto.

Dejemos las ventanas abiertas y que entre el aire.